TODO DEPENDE DEL CRISTAL CON QUE SE MIRE

¿Ser madre es un sacrificio? ¿Qué has sacrificado personalmente como mujer ante tu rol de madre?

Continuamente les pregunto a las mujeres que me siguen en las redes sociales, acerca de lo que piensan de su papel como madres y sobre todo cómo asumen su papel de mujeres. He recibido infinidad de respuestas, algunas mencionan haber sacrificado mil cosas, otras dicen que la palabra “sacrificio” denota resignación, dolor, obligación y que, en lugar de verlo como un sacrificio, lo toman como una decisión de vida.

Estas son algunas ideas que tienen muchas mujeres y vale la pena compartir, para darnos cuenta de lo que piensan y a partir de ello trabajar en lo que es mi Misión de Vida:

Cambiar la mentalidad de las mujeres para que se quieran, se valoren y crean en ellas mismas.

Aquí enlisto algunos de los comentarios:

• Muchas contestaron que, al no poder trabajar, sacrificaban su independencia económica. Desgraciadamente, eso le daba el control a la pareja sobre ellas.
• A muchas mujeres les genera conflicto haber dedicado tantos años a su preparación y no poder llevar a cabo la actividad para la cual estudiaron.
• Sacrifican el no poder seguir desarrollándose en su vida profesional.
• Por un hijo dejas de ser tú y es como una lucha entre ambos para liberarse pronto de los sacrificios y recibir sólo los beneficios.
• Las mujeres entran en conflicto cuando no tienen ayuda de familiares o amigas, o no se tiene la posibilidad económica para contratar a alguien que las apoye.
• Algunas madres quieren estudiar una licenciatura o una maestría pero no pueden por falta de tiempo y dinero.
• Se sacrifica la libertad, la vida profesional y el tiempo para sí misma.
• El poder emprender un negocio, horas de sueño, comprar ropa o zapatos.
• Miedo de tener una vida en pareja por no elegir al hombre adecuado, por lo tanto, no se arriesgan y se quedan solas.
• Aplazar las cosas, sueños y anhelos propios por los de los hijos.
• Otras piensan que sólo pospusieron su tiempo, el cual se dedicaron a fomentar valores y a crear seres responsables.
• Sacrificar vida social y la vida misma al no cuidarse porque no se sienten enfermas.
• “Más que sacrificar, aprendí que el mundo no gira alrededor de uno, que puedo hacer prácticamente todo lo que me proponga, a tomar decisiones, a ser responsable, a madurar y sobre todo a evolucionar. Mis hijos fueron deseados y planeados, tal vez por eso nada del proceso lo he sentido como sacrificio”.
• Más que sacrificio es una decisión de vida.
• Valores paralelos y no en pirámide y congruencia en todo.
• “Mantener mi carrera en paralelo también me mantiene viva y me ayuda estar en equilibrio… El pensar no sólo en mis hijos es bueno para mí y definitivamente para ellos. Pensar en otras cosas es lo que me da balance. Y, bueno, definitivamente tener mi agenda con mis amigas y conmigo misma también me ayuda a recobrar la energía”.
• “Si me falta cualquiera, me desequilibro. Necesito las dos: mi ser profesional y mi ser familiar”.
• “Aprendiendo a vivir en un orden, dando a cada cual su espacio… estando en el aquí y el ahora”.
• “Cuando las mujeres asumimos que no somos la mujer maravilla y aceptamos que nos cansamos, no somos perfectas pero que todo lo que hacemos lleva todo el amor y el esfuerzo, las cosas salen mejor”.
• “Sabiendo cuál es nuestra responsabilidad, sin dejar de ser nosotras mismas y sin la mentalidad de porqué soy madre dejo de ser una mujer plena y productiva que lucha por sus sueños y realización”.
• “Esto no ha sido sola. Siempre he visto como un aliado a mi esposo, como cómplices a mis hijos y a las personas con las que trabajo, ya sea en el hogar o en mi entorno profesional. Lo que sí puedo asegurar es que cuando logras hacer esas alianzas se reduce la brecha para llegar a ese equilibrio”.

Recupera tu faceta de mujer, no la dejes a un lado.

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